Posted by: Gemma Biosca
Para el día a día es importante tener hechas algunas recetas para no perder el tiempo que casi siempre nos falta.
Hoy os traigo una receta de las que se llaman básicas o de fondo de despensa (en este caso de nevera!) y os aseguro que da mucho juego. Además se hace sola, lentamente con su chup-chup.
Os servirá para alegrar una pasta, para poner en la base de una pizza casera o como base de un sofrito para hacer un guiso de carne o un arroz.
Espero que os guste la idea!!!
Para el día a día es importante tener hechas algunas recetas para no perder el tiempo que casi siempre nos falta.
Hoy os traigo una receta de las que se llaman básicas o de fondo de despensa (en este caso de nevera!) y os aseguro que da mucho juego. Además se hace sola, lentamente con su chup-chup.
Os servirá para alegrar una pasta, para poner en la base de una pizza casera o como base de un sofrito para hacer un guiso de carne o un arroz.
Espero que os guste la idea!!!
Dificultad: baja
Tiempo de preparación: 1 hora (aprox.)
Ración: -
Ingredientes
1 kg. de tomates maduros (o una lata de tomate natural entero)
100 ml. de aceite de oliva virgen extra (el mío Borges)
2 ajos pelados y cortados en dos cada uno
1 kg. de tomates maduros (o una lata de tomate natural entero)
100 ml. de aceite de oliva virgen extra (el mío Borges)
2 ajos pelados y cortados en dos cada uno
Sal
Albahaca fresca (opcional)
Albahaca fresca (opcional)
Preparación
1. Si lo hacemos con tomates frescos los deberemos pelar y quitar las pepitas: ponlos en un cazo con agua hirviendo pero solo unos 5 segundos. Los escurres bien y los pones unos minutos en agua con hielo. Después los podrás pelar sin problema. Si lo hacemos con tomates de lata nos ahorraremos este paso.
2. En un cazo alto pondremos el aceite, los ajos, los tomates y la sal y dejaremos a fuego muy suave hasta que toda el agua de los tomates se haya evaporado. Este proceso es largo y puede durar una hora tranquilamente. Antes de que acabe, le puedes añadir unas hojas de albahaca fresca.
3. Una vez esté, elimina las hojas de albahaca (si las has puesto) y lo puedes conservar en la nevera hasta dos semanas en un recipiente hermético.
1. Si lo hacemos con tomates frescos los deberemos pelar y quitar las pepitas: ponlos en un cazo con agua hirviendo pero solo unos 5 segundos. Los escurres bien y los pones unos minutos en agua con hielo. Después los podrás pelar sin problema. Si lo hacemos con tomates de lata nos ahorraremos este paso.
2. En un cazo alto pondremos el aceite, los ajos, los tomates y la sal y dejaremos a fuego muy suave hasta que toda el agua de los tomates se haya evaporado. Este proceso es largo y puede durar una hora tranquilamente. Antes de que acabe, le puedes añadir unas hojas de albahaca fresca.
3. Una vez esté, elimina las hojas de albahaca (si las has puesto) y lo puedes conservar en la nevera hasta dos semanas en un recipiente hermético.
Nota
- Si te gusta picante, le puedes añadir una guindilla.
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